Monitorización y control del intercambiador de calor

La contaminación y las incrustaciones son los mayores enemigos en cuanto a la eficiencia del intercambiador de calor. Una vez que el material se acumula en la superficie de intercambio esto funciona como aislamiento, lo que se traduce en energía perdida. Es posible que se produzca contaminación en los intercambiadores de calor entre líquido y aire si el polvo y otros sólidos transportados por el aire se introducen en pasajes de aire estrechos. La medición del caudal con temperatura o presión diferencial en el intercambiador de calor proporciona una indicación confiable de una restricción en el caudal y en la transferencia de calor. Al tener un panorama claro de cómo la contaminación afecta todos los tipos de intercambiadores de calor, un equipo de mantenimiento puede programar limpiezas para los paquetes de intercambiadores correctos en el momento adecuado, lo que mantiene los costos bajos y garantiza una eficiencia óptima.

Los intercambiadores de calor a líquido pueden desarrollar fugas internas, lo que permite que los líquidos del proceso se infiltren en el agua que circula o viceversa, dependiendo del tipo de presión involucrada. Los líquidos del proceso pueden ser tóxicos, inflamables, reactivos o de alguna otra manera problemáticos para el medioambiente. Una vez cargados en el circuito de agua de refrigeración, pueden liberarse en el medioambiente. De manera similar, el agua de refrigeración podría ser forzada a entrar en el flujo del proceso y contaminar el producto. Las soluciones de monitorización y los transmisores de calidad para el agua pueden detectar una variedad de químicos que incluyen los hidrocarburos líquidos y que les permite a los equipos de mantenimiento tomar medidas correctivas antes de que las fugas empeoren.

Los intercambiadores de calor están diseñados para funcionar dentro de límites específicos de temperatura y presión y su metalurgia se selecciona por su capacidad de tolerar entornos químicos específicos. Los instrumentos de caudal, temperatura, presión y corrosión de Emerson alertan a los operadores de cambios bruscos en el funcionamiento, lo que ayuda a evitar potenciales incidentes ambientales y de seguridad.