En climas muy fríos, las soluciones de válvulas de control Fisher™ para bajas temperaturas reducen la exposición del personal y mantienen su planta en funcionamiento sin equipos de invierno adicionales.
Las industrias se mueven hacia entornos desafiantes, como los que tienen temperaturas árticas de hasta -60 °C (-76 °F) en regiones extremas del norte de Alaska, Canadá y Rusia, lo que crea problemas adicionales.
Puede evitar que el personal se exponga a los peligros al utilizar productos Fisher de baja temperatura comprobados, al acceder a la información de la condición de esos productos y planear reparaciones más seguras en el clima frío.
Los productos Fisher cumplen con la norma GOST 15150-69 sin la necesidad de una costosa traza térmica adicional que consume energía, lo que garantiza que no haya una disminución del desempeño de la válvula. Si es necesario, se puede certificar el conjunto completo de acuerdo con la norma de seguridad funcional IEC61508. Sus válvulas de control Fisher pueden almacenarse sin riesgo de degradación del material.
Las pruebas permiten obtener información sobre la condición y el funcionamiento de todo el conjunto de la válvula mientras la válvula controla activamente el proceso.
Nuestros expertos en la materia pueden monitorizar remotamente las válvulas de control inteligentes en su planta y brindar una advertencia temprana para detectar problemas de confiabilidad pendientes y deterioro en el desempeño.
Reduzca la exposición de su personal gracias a que no es necesario realizar una costosa traza térmica.
Tenemos una línea de productos Fisher específica para bajas temperaturas que ha superado pruebas de laboratorio exhaustivas. Especifique -60 °C (-76 °F) en un período de uno a dos años durante un máximo de seis horas en funcionamiento o almacenamiento.
